Nuevo Reglamento CE sobre límites máximos de contaminantes en alimentos: ¿Cómo afecta a la hostelería?
¿Sabías que algunos alimentos presentan sustancias no deseadas como micotoxinas, metales y contaminantes orgánicos?
Efectivamente.
Sustancias que, por muy microscópicas que sean, pueden representar un riesgo para la salud de tus clientes.
La Comisión Europea marca los límites máximos de contaminantes en ciertos alimentos para prevenir y reducir la contaminación y proteger la salud de los consumidores que confían en la hostelería y la industria alimentaria.
En este artículo, te hablamos de cuáles son las sustancias no deseadas que pueden esconderse en nuestros alimentos, cómo el nuevo Reglamento 2023/915 del próximo 25 de mayo actualiza y clarifica los límites y las matrices alimentarias afectadas, y cómo esos nuevos límites máximos de contaminantes en alimentos afectan tu labor cómo hostelero/a en España.
Sustancias no deseadas en nuestros alimentos
Como imaginarás, la presencia de sustancias no deseadas en los alimentos puede representar un grave riesgo para la salud pública.
Por ejemplo, las micotoxinas, son sustancias producidas por ciertos hongos que pueden contaminar los alimentos, especialmente los cereales y los frutos secos. Los hongos que producen micotoxinas pueden crecer en cultivos tanto en el campo como durante el almacenamiento de alimentos, especialmente en condiciones de humedad y temperaturas cálidas.
Algunas micotoxinas son carcinogénicas, lo que significa que pueden causar cáncer si se consumen en grandes cantidades durante un período prolongado de tiempo.
Algunas de las micotoxinas más conocidas incluyen la aflatoxina, que se encuentra principalmente en los cacahuetes y otros frutos secos, y la ocratoxina A, que puede contaminar el café, el vino y otros alimentos.
Los metales, como el plomo, el mercurio y el cadmio, también pueden estar presentes en los alimentos como resultado de la contaminación ambiental o de los procesos de producción.
Estos metales son tóxicos para el cuerpo humano y pueden causar daño renal, daño hepático y otros problemas de salud si se consumen en grandes cantidades.
Además, los contaminantes orgánicos, como los pesticidas y los productos químicos industriales, pueden estar presentes en los alimentos y afectar el sistema nervioso, el sistema endocrino y otros sistemas corporales, lo que puede provocar enfermedades y problemas de salud a largo plazo.
Para minimizar la exposición a este tipo de sustancias no deseadas, se deben aplicar medidas preventivas durante la producción, procesamiento y almacenamiento de alimentos, y deben implementarse límites máximos de micotoxinas en los alimentos por parte de las autoridades reguladoras.
Estableciendo límites máximos de contaminantes en alimentos
Los gobiernos y las agencias reguladoras de todo el mundo han establecido regulaciones y directrices para limitar la cantidad de sustancias no deseadas en los alimentos y garantizar su seguridad para el consumo humano. Además, se han desarrollado técnicas de detección y análisis para identificar y medir la cantidad de contaminantes en los alimentos y tomar medidas para reducir su presencia.
La Comisión Europea en concreto, establece límites máximos de contaminantes en ciertos alimentos para prevenir y reducir la contaminación y proteger la salud de los consumidores.
El Reglamento (CE) n.o 1881/2006 de la Comisión Europea establece los límites máximos de contaminantes en alimentos en la Unión Europea (UE). Estos contaminantes incluyen sustancias no deseadas como micotoxinas, metales, contaminantes orgánicos y residuos de procesos de producción, entre otros.
El objetivo del reglamento es proteger la salud pública al establecer límites máximos de contaminantes en alimentos que se consideran seguros para el consumo humano.
Los límites máximos de contaminantes en alimentos se establecen a un nivel estricto que puede alcanzarse mediante la aplicación de buenas prácticas agrícolas, pesqueras y de producción.
El Reglamento (CE) n.o 1881/2006 ha sido modificado varias veces desde su introducción original para actualizar y mejorar los límites máximos de contaminantes en alimentos.
Sin embargo, se ha considerado necesario reemplazarlo por un nuevo reglamento, el Reglamento 2023/915.
El Nuevo Reglamento 2023/915 actualiza los límites máximos de contaminantes en alimentos
El Reglamento 2023/915 deroga al anterior y actualiza algunos aspectos, como la clarificación del contenido del anexo donde se detallan las matrices alimentarias afectadas y los límites correspondientes.
Además, se incluye un segundo anexo en el que se establecen correspondencias entre el articulado de ambos textos. Se mantienen los límites máximos establecidos actualmente en el Reglamento (CE) n.o 1881/2006, en su versión modificada.
Entre las principales novedades del nuevo Reglamento se incluye:
- La ampliación de la prohibición de la detoxificación mediante métodos químicos, que anteriormente estaba limitada a las micotoxinas.
- Además, se establecen disposiciones sobre los procesos de clasificación u otros tratamientos físicos que permiten reducir el contenido de contaminantes en los alimentos.
- En cuanto a sustancias específicas, el nuevo Reglamento amplía la exención actual para la malta a todos los cereales utilizados para la producción de cerveza o destilados, siempre que los residuos restantes de los cereales no se comercialicen como alimentos, ya que el cadmio permanece principalmente en el residuo de los cereales y, por lo tanto, el contenido de cadmio en la cerveza es muy bajo.
- También se excluye el café instantáneo/soluble del límite máximo de polvos de alimentos de origen vegetal para la preparación de bebidas, ya que los datos disponibles indican que la cantidad de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) en el café instantáneo/soluble son insignificantes.
- Además, el Codex Alimentarius ha adoptado un límite máximo para los preparados líquidos para lactantes en polvo, que la UE ha aceptado. Por tanto, se aplica ese límite máximo de melamina en los preparados para lactantes y los preparados de continuación.
En general, el nuevo Reglamento tiene como objetivo garantizar una protección eficaz de la salud pública, estableciendo límites máximos de contaminantes en alimentos que se fijan a un nivel estricto y considerando el riesgo relacionado con el consumo del alimento.
También busca prevenir y reducir la contaminación en los alimentos mediante la aplicación de buenas prácticas agrícolas, pesqueras y de producción, así como establecer medidas transitorias para garantizar una transición fluida entre el Reglamento (CE) n.o 1881/2006 y el nuevo Reglamento 2023/915.
Cómo afecta el reglamento a la hostelería española
El nuevo Reglamento 2023/915 afecta a toda la cadena alimentaria, incluyendo al sector hostelero de España, ya que establece límites máximos para los contaminantes en los alimentos que se venden o sirven en establecimientos de restauración y otros servicios de alimentación.
Estos límites son aplicables a todos los alimentos, tanto los de origen vegetal como animal, y abarcan una amplia variedad de contaminantes, como micotoxinas, metales pesados, dioxinas y PCBs, entre otros.
Además, como hemos visto, el nuevo Reglamento prohíbe la detoxificación de los alimentos mediante métodos químicos, lo que afecta a la forma en que algunos alimentos son procesados y tratados antes de ser vendidos o servidos en establecimientos de hostelería.
Por lo tanto, es importante que todo/as los que participamos en este importante sector nos aseguremos de cumplir con los límites máximos de contaminantes en los alimentos que servimos en nuestros establecimientos, y adoptemos prácticas seguras de almacenamiento, manipulación y preparación de alimentos para prevenir la contaminación de los mismos.
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